La aventura del PistenBully comenzó hace 50 años en Seiser Alm, Tirol del Sur. Una historia de éxito excepcional que está lejos de terminar…
Por diversión
En 1967, Karl Kässbohrer pasó sus vacaciones de esquí en Seiser Alm, en Tirol del Sur. Junto con su hermano Otto, dirigía Kässbohrer Fahrzeugwerke, uno de los mayores fabricantes de autobuses (“SETRA”) y vehículos comerciales de la época.
Pero, ¿qué motivó a este inventor alemán a desarrollar un vehículo de preparación de pistas de esquí? En Seiser Alm, Karl Kässbohrer pudo observar todos los equipos que trabajaban en las pistas. ¡En su Ulm natal podían hacerlo mejor! La ambición se había despertado y además quería “desarrollar un vehículo sólo por la diversión y el placer de hacerlo”. Dicho y hecho.
Imparable
El primer PistenBully se lanzó ya en 1969. Las innovaciones decisivas fueron su motor diésel y la transmisión hidrostática. La historia de éxito siguió su curso. Hasta la fecha se han entregado más de 22.000 PistenBullys en todo el mundo. El nombre PistenBully se ha convertido en un término genérico y se utiliza para referirse a los vehículos de preparación de pistas de esquí.
Siempre al servicio del cliente
Aquella idea de “desarrollar un vehículo solo por la diversión y por el placer de hacerlo” se ha convertido hoy en día en una empresa global, pero familiar, con más de 600 empleados. PistenBully ha desarrollado un vehículo para preparación de pistas sin igual, siempre en estrecha colaboración con sus clientes.