Seis neozelandeses acaban de iniciar una gran travesía en la Antártida, remolcando 100 toneladas de material a través de la plataforma de hielo de Ross.

Es una de las pocas operaciones antárticas aprobadas esta temporada debido a la actual pandemia de Covid-19.

“En el lugar al que van, no hay muchos estímulos”, dijo a 1 NEWS el director de soluciones de ingeniería, Jonathan Leitch.

“Es una gran nada blanca y plana, estás básicamente en tu propia burbuja, donde puedes ver el horizonte de la planicie”.
Es una visión con la que los antiguos exploradores antárticos sólo podían soñar: un Pistenbully gigante arrastrando una armada de trineos hacia la gran extensión, bajo la sombra de una bandera neozelandesa.

El pequeño equipo está recorriendo más de 2.000 kilómetros a través de la barrera de hielo de Ross y de vuelta a una velocidad de entre 5 y 15 kilómetros por hora.

Llevan equipo para operaciones científicas a largo plazo y, por primera vez, un alojamiento adecuado.
“En el pasado han dormido en la parte trasera de Pistenbully. Este año tendrán camas y, literalmente, un fregadero y una ducha, lo que será una gran noticia y hará que el viaje sea mucho más cómodo”, afirma la directora ejecutiva de Antarctica NZ, Sarah Williamson.

La gran caja verde de viaje ha sido diseñada para mantener al equipo bien descansado.

Necesitarán su ingenio

“Tienen zonas de cizallamiento, donde hay muchas cizalladuras en el hielo y se forman grietas, y tienen que evitar todos esos peligros y conducir alrededor de ellos”, dice Leitch.

También tendrán un par de tareas extra

La pandemia de Covid-19 ha obligado a Antarctica NZ a dejar a la mayoría de los científicos en casa esta temporada.

“A medida que avanzan (verán) si pueden tomar algunas lecturas a lo largo del camino, por lo que los científicos han hecho saber al equipo de travesía qué información quieren recopilar a medida que avanzan”, dice Williamson.

En total, el viaje durará 45 días, lo que significa la Navidad en el hielo.

Leitch dice que les han dado “unos cuantos caprichos extra” para la ocasión, incluyendo jamón y salmón.

Para entonces, estarán solos en uno de los lugares más remotos del planeta, por lo que un poco de alegría festiva les vendrá muy bien.