Los aeropuertos en todo el mundo están asolados por la inevitable acumulación de goma que es deposita en pista por las cubiertas de los aviones durante el aterrizaje. El nivel de lo depositado y la velocidad con que se acumula varía dependiendo de factores tales como la frecuencia de los aterrizajes y la fuerza del impacto que a su vez depende del nivel de aproximación dictado por la geografía.
Hoy en día se utiliza agua a alta presión para retirar esos depósitos de goma de algunos de los aeropuertos más atareados del mundo. Esos depósitos son potencialmente letales, particularmente durante períodos de grandes precipitaciones y deben ser retirados regularmente. Donde se utilizan equipos, estos pueden incorporar la recuperación continua de los residuos, los cuales en nuestro clima de sensibilidad ambientalista están siendo una especificación estándar.
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